El apagón del 28 de abril

El apagón del 28 de abril: cuando la seguridad no puede depender de la suerte

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En la provincia de Tarragona, algunas zonas tardaron más de catorce horas en recuperar la normalidad tras el apagón del pasado 28 de abril. Comercios completamente a oscuras, ascensores detenidos, semáforos fuera de servicio, vecinos sin acceso a internet ni a sus porteros automáticos. Pero no fue un caso aislado. La incidencia afectó a millones de personas en toda España, dejando claro que no hay territorio exento de este tipo de contingencias.

Más allá de las incomodidades, este tipo de cortes pone en evidencia una pregunta fundamental:
¿Qué ocurre con su seguridad cuando falla la red eléctrica?
¿Está su sistema preparado para garantizar la protección de su hogar, empresa o instalación ante un escenario crítico?

Una alarma no es suficiente: hay que proyectar los Sistemas de Seguridad basándose en una adecuada previsión de riesgos

En Asteia, lo tenemos claro: el nivel de seguridad logrado no puede limitarse a las prestaciones que tenga un dispositivo o la marca o modelo de una alarma… ese discurso, utilizado por los vendedores de alarmas standard, es irracional en Seguridad. Un sistema fiable alcanza mucho más que una alarma genérica. Se basa en un proyecto de seguridad personalizado, diseñado con criterio profesional y ajustado a las características y necesidades reales de cada cliente, partiendo siempre del establecimiento de una estrategia defensiva útil y que resulte posible de ser implementada en los Sistemas de Seguridad utilizados.

Un proyecto de seguridad bien planteado implica:

  • Una correcta evaluación de los accesos y puntos vulnerables.
  • Una selección apropiada de tecnologías adecuadamente combinada y que cumpla fielmente con la estrategia defensiva de seguridad adoptada.
  • Contrarrestar adecuadamente las propias vulnerabilidades que todos los Sistemas presentan.
  • Y muy importante: una correcta dimensión de las actuaciones para garantizar que el sistema funcione incluso en condiciones extraordinarias como las que vivimos el 28 de abril.

La duración del Sistema en caso de corte eléctrico: un punto crítico

La duración de funcionamiento del sistema de alarma en caso de corte del suministro eléctrico es un valor esencial para mantener la protección activa. Una vez agotada la batería, el sistema deja de prestar servicio, lo que implica una pérdida total de la protección.

Actualmente, estimamos que alrededor del 94% del parque de instalaciones en España que cuentan con más de seis detectores cableados —en naves industriales, establecimientos obligados, entidades públicas, comercios y viviendas— no disponen de un sistema de alimentación dimensionado correctamente para cumplir con la normativa vigente, la cual se aplica a todas las instalaciones de seguridad gestionadas por Central Receptora de Alarmas desde el año 2011.

Para los sistemas de Grado 2, la normativa establece garantizar la autonomía en al menos 12 horas. En los sistemas de Grados 3 y 4, este tiempo se amplía hasta las 30 horas de funcionamiento continuo.

La mayoría de empresas instaladoras incumplen estos preceptos por varias razones:

  • No existen mecanismos de control ni de auditoría sobre las instalaciones, más allá de lo que pueda comprobar el propio titular.
  • La reducción de costes lleva a utilizar baterías de menor capacidad y calidad, pensadas para ser sustituidas en cortos períodos.
  • No se calcula el consumo real de los elementos instalados (detectores, teclados, sirenas, comunicadores…), la mayoría de empresas instalan la batería que les encaje por tamaño en la caja del panel de alarma, que suele ser de tamaño reducido.

El resultado de esta mala praxis lo paga el usuario, que en el caso de quedarse sin suministro eléctrico, se encuentra sin protección, incluso antes de agotar el tiempo mínimo exigido por la normativa.

Tecnología profesional y planificación: la diferencia que marca estar protegido

Durante el apagón del 28 de abril, ninguna de nuestras instalaciones dejó de funcionar. Y eso no ocurre por casualidad. Es el resultado de una metodología técnica consolidada:

  • Instalamos centrales de control de gran capacidad, preparadas para soportar caídas de red sin interrupciones.
  • Utilizamos baterías de respaldo correctamente dimensionadas y de alta calidad, con una vida útil estimada de hasta 14 años.
  • Aplicamos protocolos de continuidad de servicio que aseguran la conexión permanente con nuestra Central Receptora de Alarmas (CRA).
  • Y sobre todo, diseñamos cada instalación a medida, en función de su complejidad, riesgo y uso.

Todos nuestros sistemas de seguridad, diseñados con criterios de seguridad preventiva, funcionaron perfectamente durante el corte prolongado del 28 de abril. Porque lo que se prepara con rigor, responde con eficacia.

Las amenazas no entienden de fronteras

El apagón fue una muestra clara de cómo una incidencia puntual puede extenderse rápidamente y afectar a usuarios de todo el país. En un mundo interconectado, los riesgos no son locales: son compartidos. Y eso requiere soluciones que vayan más allá de lo estándar. La seguridad profesional empieza por asumir esta realidad.

Una seguridad fiable también en situaciones excepcionales

Mientras muchos sistemas quedaron inoperativos durante el apagón, los de Asteia continuaron prestando servicio con normalidad. Porque cada proyecto que realizamos está pensado para resistir lo previsto… y también lo imprevisto.

Si su sistema actual de seguridad no garantiza al menos el tiempo mínimo de autonomía eléctrica que exige la normativa, debería solicitar a su instalador homologado que lo revise y adecúe —sin coste, por tratarse de un incumplimiento legal por su parte—.
Y si lo desea, puede contactar con nosotros: estaremos encantados de revisar juntos su sistema y ayudarle a recuperar la tranquilidad.